En Habla Creativo tenemos claro que la innovación no es un proceso que inicia y se detiene en el tiempo, la innovación es un estado que personas y empresas pueden empezar a vivir y desarrollar con miles de prácticas, decisiones y metodologías para tener resultados inimaginables. Pero así como existe el lado bueno o blanco, en esta historia también existe el lado oscuro; lo más sorprendente es que los actores son los mismos, pues para que la innovación no se desarrolle correctamente también hay miles de prácticas, decisiones y metodologías que no harán que tu empresa caiga a corto o mediano plazo, pero serán el boleto asegurado a perder muchas opciones que se presentan constantemente y todos sabemos en qué termina todo esto. En este artículo no solo aprenderás cuáles son esas 3 cosas que no te dejan innovar sino también cómo evadirlas o contrarrestarlas.
- EL MIEDO: Cuando el temor nos ataca
Uno de esos factores o cosas que no te dejan innovar y arriesgarse sin duda es el miedo, este puede ser uno de tus principales enemigos cuando quieres ser innovador, no pienses que el miedo solo es: no arriesgarse a proponer un proyecto de cero o cambiar radicalmente la empresa. El miedo vive en los pequeños momentos y esos son los que debes combatir… Una voz insegura presentando tus ideas, propuestas incompletas por miedo a transgredir lo establecido u olvidar tus puntos claves por temor a estar quitándole el tiempo a las personas… Son muchas las situaciones donde el miedo puede atacar. ¿Qué puedes hacer para evitarlo? Sencillo, prepara hasta el más mínimo detalle de tus ideas, no dejes nada al azar, y en el momento de presentar o proponer confía en lo que estás diciendo, pero sobre todo cree en ello, debes estar convencido de que lo que tienes en tu cabeza es lo que ellos están buscando.
Para esto ten claro siempre los siguientes puntos: Objetivo, solución, idea, costos, valor agregado y estrategia.
- Antes del “eureka” está el check list
Los chispazo solo o sin una estructura, a veces solo se queda en eso, no estamos diciendo que de un chispazo no crezca algo increíble, pero es más posible si ocurre con una estructura, una metodología o una técnica. Normalmente cuando confías plenamente en un chispazo puedes tardar horas recostado en tu silla esperando a que iluminación venga, y aquí un secreto, no siempre llega.
Por eso debes complementarlo y darle todo una base para que ese chispazo; primero, ocurra de una manera más rápida; segundo, esté más acoplado a lo que realmente está demandando el entorno y finalmente suceda, ya que miles de ideas pueden nacer al día pero pocas se llevan a cabo.
Así que asegúrate de realizar un check list para contemplar todo lo necesario en tu proyecto.
- El ego y sus contraindicaciones
Ojo, el ego no es tan malo en su totalidad, a veces hace que nos retemos, que asumamos situaciones no como una derrota sino como una prueba o que simplemente no nos demos por vencidos al primer desacierto. Sin embargo hace parte de esas cosas que no te dejan innovar, cuando vayas a usar tu ego dale vuelta a la caja y lee las contraindicaciones, cuando lo hagas empieza a trabajar sobre ellas porque te pueden traer momentos muy incómodos con tus compañeros, jefes y con todo el que te rodee. Para controlar esto puedes hacer lo siguiente:
- Siempre escucha: Cuando estén comparando ideas y empezando a construir en equipo escucha, no pienses solo en tu idea, puede que la idea del otro no sea del todo perfecta, al igual que la tuya, pero seguramente se pueden complementar muy bien para crear algo que sí es bastante bueno.
- No decidas que tu idea es la mejor y la definitiva, esto es muy perjudicial, no solo para ti sino para todo tu equipo ya que cuando esto sucede puedes empezar a descartar las ideas de los demás para que la tuya sea la dominante.
- Busca un equilibrio, el plus con este punto es que tienes que llegar a un equilibrio, no debes pasar sobre los demás pero debes defender tus ideas y venderlas con tanta convicción y credibilidad que en realidad sean relevantes para el equipo.
